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"Cómo lo ves, te ves"

Este nombre lo tomo prestado y sé que ella lo celebrará también. Daphne Espino y yo, tuvimos muchas horas de aventuras, fuera del horario de trabajo del personal de Retoños, experimentando que nos decían los espacios vacíos en cada uno de los salones de nuestra escuela, recibiendo la información, que no se dice con palabras. Los salones y las profes de Retoños, fueron de alguna manera, nuestros conejillos de indias.


En ocasiones llegué a pensar, que me había equivocado de carrera. De hecho, arquitectura, fue una de mis grandes consideraciones al pasar por el proceso de tomar la decisión, sobre todo, por el impacto que tienen los espacios en mí, el orden, la amplitud, y como fluye la organización misma del lugar. Aunque finalmente, la psicología tuvo más peso, y por ese camino, transito aún.


Sin embargo, con el paso de los años, me he dado cuenta de que soy más observadora, de lo que me dicen los espacios y la influencia que tienen en mí. Si son estrechos, cómodos, ordenados, desordenados. He pasado desde el Feng Shui a Julie Morgenstern, para acabar con Marie Kondo y el deseo de la vida feliz y minimalista. Me encanta, me apasiona, el ver físicamente, un proceso de transformación. Caí en cuenta también, que si bien es cierto, que las diseñadores y arquitectos, se encargan de la parte externa, nosotros los psicólogos, somos transformadores y constructores del mundo interno, de nosotros mismos y de las personas con las que trabajamos.


Vivir con el cambio de 4 espacios en tres años, ha sido un sube y baja y ya entendí la semana pasada, porque me sentía como un rompecabezas, al que le faltaban piezas. Insistí en la limpieza de un Locker, dónde yo misma no sabía, que encontraría ¡8 cajas mías!


Luego de una decisión personal, cerré mi espacio laboral. Mi biblioteca y objetos preciados, andan aun conmigo…aunque ya no por mucho más tiempo, pues he aprendido en estos meses, que transitar por la vida, ligero de equipaje -de apegos-, tiene su ventaja. Puedes cansarte menos y llegar más lejos.


Experimentar luego de muchos años, la ausencia de un apoyo en las labores de la casa, ha tornado mi mirada a tantas cosas que tengo…que no uso todas…y me ha llevado a cuestionarme: ¿para qué?


Paulatinamente, voy sacando, voy limpiado y por arte de magia, aparecen más cosas……!sorpresa! y aunque usted no lo crea, si bien en un momento me he sentido turbada y agobiada de las pilas, -ahora de fotos- he encontrado un confortante sensación de que las piezas que me faltaban del rompecabezas, ya se han ido completando, para poder ver delante de mí, una imagen más completa de mi misma, que al final, son las que cuentan mi historia.


Quién he sido, a través de los años, está contenido en mí y en los objetos de esa parte de mi vida. Me refrescan la memoria y lo revivo por un instante. Ha sido bien edificante y sanador, porque puedo verme en acción, despidiéndome de lo que no funciona ya, dentro de mi vida.

¿Guardar, por guardar? NO, no lo quiero. Guardar más eficientemente, porque ocupe menos espacio, SI. Guardar, porque cuenta la historia y nos conecta con lo superado, lo que nos hizo soñar y crear una visión a futuro, SI.


Siento en este momento de mi vida, que deseo caminar más ligera de equipaje. Lo que pudiera parecer que me represente físicamente, no necesariamente apoya mi visión, ni el destino de lo próximo, que quiero para mi vida.


En mi linaje materno-femenino-familiar (valga la redundancia), nuestros apegos a las cosas que cuentan la historia, ha sido de gran valor, para todas y podría poner, algunos, para incluir la parte de la rama masculina.


Quiero mantener y preservar para esta nueva etapa de la vida, aquellas cosas, que me llevan más ligera de equipaje, que me conecten con lo maravilloso de la vida -mis hijos, mis padres, amores que me marcaron, mis hermanos, mis amigas entrañables- y sacar todo lo que no funciona.


Y las cosas…lo que guardamos, cómo nos organizamos, ¿tienen que ver con maneras de ser? SI. Como lo ves, te ves... Cada espacio físico de tu vida, habla de maneras de SER, si no, atrévete a darle una mirada al baúl de tu carro…


Quiero que al ver mis espacios y a mi misma en un espejo, pueda ver mi visión reflejada en esa imagen que proyecto a los demás, y en cada uno de los lugares por donde transito en mi vida.


¿Y TÚ, COMO TE VES?

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